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El equipo efectivo como base de la “Permacultura Organizacional”

Nexi Global es una organización comprometida con el aprendizaje organizacional. Nuestra observación de los fenómenos sociales, y deseo de aportar a la innovación social, nos ha llevado a diseñar un modelo de intervención enfocado en el desarrollo de equipos efectivos. Como dice Fritjof Capra (uno de los referentes en la teoría sistémica), “cada vez que miramos la vida, nos fijamos en las redes”. No podemos evolucionar sin otros, somos interdependientes, nos necesitamos mutuamente, y seguramente las capacidades que más valoraremos en un futuro cercano estén relacionadas directamente con nuestras capacidades para vincularnos, aprender en equipo y ser conscientes de la necesidad de crecer colaborativamente.

Toda Organización es una célula social cohesionada por la calidad de sus vínculos, aún aquellas unipersonales, dado que indefectiblemente forma parte de algún ecosistema que la nutre o con quién se vincula. Los “dolores” más importantes de las organizaciones están más asociados a la falta de una visión compartida (tal vez motivada por una incapacidad de aprender, colaborar, convivir y comunicarse), que a una necesidad económica para su supervivencia.
El mundo está sufriendo cambios fundacionales que requieren hoy de estructuras sociales, y por ende económicas, nuevas y disruptivas.

Nuestra vida, tiene que ser nuestro mensaje” nos enseña el Maestro Thich Nhat Hanh, y esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de construir un propósito sostenible, que nos motive y contagie a otros. Como una red creemos en el efecto multiplicador de aquellos propósitos que se entrelazan junto a otros formando uno superior. Y cuando los propósitos individuales se suman a un propósito de equipo, que se suma a un propósito organizacional, ¡aparece la magia!

Buscando nuevos mapas, interpretaciones que se ajusten a las necesidades de las organizaciones, dimos con el modelo sistémico de la “Permacultura” como base de diseño de lo que consideramos el “Diseño de ambientes humanos (organizaciones) sostenibles”.

La “Permacultura” se basa en tres principios éticos: El cuidado de la tierra (sistema primario en que se desarrolla el ser humano), el cuidado de las personas (como centro del subsistema) y la repartición justa (como base de progreso del sistema). La Cultura del Cuidado es la base filosófica de esta mirada.

En la práctica la permacultura trabaja en anillos definidos en 5 zonas, sustentados en 12 principios de diseño que permiten abarcar en un todo al sistema y sus vinculaciones con los sistemas menores y mayores.

Christian Tiscornia y Analía Ladisa en su artículo ¿Qué es la permacultura social? ¿Cómo puede ayudarnos a diseñar relaciones humanas regenerativas?  expone gráficamente esta mirada sistémica aplicada al vínculo social de la siguiente manera:

 

De acuerdo a la forma en la que hoy observamos las organizaciones, ubicamos en el centro (zona cero) al equipo efectivo como sujeto de aprendizaje.

La regeneración parte del profundo conocimiento que se tenga de sí mismo (en este caso del equipo), de sus valores compartidos, de su estructura en la toma de decisiones, de sus dolores, de su capacidad de resiliencia, de su brecha de aprendizaje. Cada uno de sus componentes, forma parte de un sistema mayor, y son parte del todo y es ahí, en esa mirada sistémica, donde tendremos nuestra mayor capacidad de impacto.

Cuando trabajamos con un equipo, lo hacemos comprendiendo que estamos trabajando con un eslabón dentro de un sistema mayor. Es por este motivo que, luego de escuchar activamente “su dolor”, damos paso a una etapa de diagnóstico sistémico. Y aquí hay algo clave, entendemos que es el propio equipo el que realiza su diagnóstico, nosotros sólo facilitamos el proceso. De esta manera lo empoderamos y le damos protagonismo. Esto es clave para que se apropie de su propio proceso regenerativo de cambio.

De acuerdo al gráfico presentado, podemos decir que la zona 1 en esta conceptualización es el trabajo dentro de la organización en la Comunicación asertiva, entendiendo por ella como la capacidad para escuchar y aprender entre los diferentes componentes del sistema organización, y de este con su contexto. Para ello deben trabajar en un sistema de comunicación interna y externa, estudiados y diagramados de forma tal que la misma sea rápida, sincera, transparente y responda a los valores que como organización comparten. El lenguaje cambia nuestra fisiología, construye realidades, potencia resultados, refuerza el aprendizaje evolutivo y profundiza el vínculo en las relaciones.

La zona 2 tiene que ver en nuestra mirada con el Diseño estructural de la empresa, su forma de hacer las cosas, la misión de cada área. Para ello tenemos que trabajar primero en la estrategia, donde el Modelo de Triple impacto comienza a visualizarse con mayor potencia. Solo organizaciones con mirada sistémica y propósito ampliado, que trasciendan el clásico modelo económico de rendimiento únicamente para los accionistas, pueden trabajar de manera sustentable y arraigar sus valores comprometidos en la sociedad en la cual se desenvuelven. Esta nueva forma de construir organizaciones requiere de un nuevo tipo de liderazgo.

Abandonamos la clásica mirada de liderazgo por “Comando Control” y vamos hacia un tipo de liderazgo por “Inspiración”, apoyado en el aprendizaje mutuo, en el que el poder pasa de individual a colectivo. Esto no significa que no haya quien ostente la responsabilidad de liderar su equipo, sino que este espacio de poder se ejerce junto a otros.
Con este concepto nos vamos incorporando en las Zonas 3 y 4, donde los ecosistemas superiores trascienden nuestra propia organización, aportando oportunidades y también límites. Entendemos que todo lo que nosotros hagamos “puertas adentro de la organización”, tendrá un fuerte impacto fuera de ella (mercado, grupo social, otro eslabón en la cadena de valor).

Las organizaciones con impacto, en cuya cultura se complementa lo económico con una mirada social y/o medioambiental, tienen especial cuidado en su forma de relacionarse con el medio. Generan vínculos con organizaciones de similares miradas, potenciando el impacto de sus acciones, dirigidas cuidadosamente hacia aquellos ámbitos en los que desean dejar una huella. Uno de los objetivos de estas organizaciones, es contribuir de cuenco productivo para fomentar la regeneración de todo el ecosistema y seguir potenciando los cambios culturales positivos.

Actualmente existen muchos movimientos en este sentido, desde el universo B Corp a proyectos como Organizaciones de futuro del centro de innovación Las Naves del Ayuntamiento de València, como dos claros ejemplos de Sociedad en movimiento, evolución positiva y cocreación de ecosistemas sociales sustentables.

Desde estos espacios nos ubicamos en las zonas 4 y 5 del Sistema Permacultura Social: la creación de una cultura regenerativa y la reconciliación con la naturaleza, son los objetivos últimos de una sociedad que pretende evolucionar en sintonía con el medioambiente.

Hemos recibido un mundo roto, en ebullición, desequilibrado, pero somos parte obligada y responsable de un cambio profundo.
Tenemos que aprender a dar y recibir ayuda, a cooperar y para ello debemos reaprender a vincularnos, pero ahora como sujetos interdependientes. Esta es la base de la Cultura Regenerativa.
Creemos que ese cambio es posible desde las organizaciones, y como centro neurálgico de las mismas el propio Equipo como sujeto de análisis, aprendizaje y cambio. El resto es construcción colectiva.


Autores: Evelin Baiocchi, socia fundadora en Nexi Global, e Ivan Bergallo, socio fundador en Nexi Global Paraguay

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